Tras el cristal, se escucha la lluvia y el viento que azota los castaños, sin embargo estoy calentito en la mesa de camilla con Elena, mi hermano, mi madre, Juan y Laura,
...mi madre trae la tarta, con un nº30 en cera roja (un treinta anticipado), y como cuando niño, soplo las velas y pido mi deseo...
Mi madre me da un documento encuadernado y un sobre... en la portada aparece una acuarela de mi época de instituto y bajo esta, el título de un
cuento olvidado, un cuento que ella inventó para mí cuando era un niño, un cuento del que solo recuerdo el título, que ella había recuperado e impreso en papel de tacto suave y amarillento...
Tan solo he leído la dedicatoria. Solo espero a un momento de soledad, un momento especial...
y tener el valor de desvelar el secreto que la edad enterró en el olvido.
Fuenteheridos. Huelva.
El dragón y el hada, acuarela. 1998