Fotos de Australia



Como sabéis, llegué el viernes después de casi 40 horas de viaje, y bastante afectado por los cambios de hora (me sigo despertando a las 4:00 de la mañana!!!).

Después de una criba de unos 4 gigas de fotos aquí estan las instantaneas de mi mes en Australia acogido por Julio, Joaquín y Alvaro, los brisbaneros.

Para mi corazón guardo los whiskys nocturnos con Alvaro rodeados de flyingfox y possums, la barbacoa koreana de Min, los viajitos con Julio, los intentos de tocar mi Didgeridoo en el salon de la Queenslander-house de Julio, las conversaciones metafisicas con la Turca y Joaquín, los kebabs en el bar del mapa mundial (donde veiamos todo un mundo por recorrer) ,mi encuentro conmigo mismo en Uluru, la paella de joe, la escalera mecanica asesina, fin de año con todos en southbank, el envenenamiento psp, mi despertar junto al dingo, el despegue del flying-fox, mis victorias al ciudadelas, y las interminables horas de avion...

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La Montaña Sagrada



Ya estoy de vuelta en Brisbane, después de mi viaje místico por el corazón de Australia. Aprovechando que todos trabajaban , al final hice solo los casi 5000km que me separaban de la gran roca roja, a la que los aborígenes llaman "uluru", y ya desde el principio el viaje comenzó siendo como una busqueda de un santo Grial interior.



Todo empezó en un urinario cuando en una publicidad leí: "to find yourself, sometimes you have to lose yourself" o lo que es lo mismo: para encontrarte a tí mismo a veces necesitas perderte a tí mismo.





Coges un autobus y ves canguros saltando junto a tí en plena carrera, entras en un motel de carretera allá donde cristo perdio la sandalia, y junto a la puerta de tu habitación hay un cangurillo silencioso que andando como un perro busca restos en las puertas de las habitaciones. Cierras la puerta del cuarto y lees en un cartel que por favor dejes siempre la puerta cerrada por que estamos en época de serpientes.



Y en ese momento te echas en la cama y sientes que no puedes estar más lejos... solos, tú y tus demonios interiores.

Y así en mi Walkabout personal recorrí Kings Canyon bajo un sol abrasador, descifré los dibujos inmortales de Uluru, y penetré en los secretos de los Olgas.


Emu


nunca mires a los ojos de un cocodrilo.... acojona bastante.



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